domingo, enero 24, 2010

La Cortada- Cortes de Pallas



Hoy hemos estado parte del grupo haciendo una ruta más suave, por Cortes de Pallas, mientras el resto hacia una más cañera por la sierra Espadan.
Eran las 7:30 cuando salimos de la gasolinera en dirección a Cortes, con un cielo lleno de nubes y bastante niebla, que nos acompañó todo el viaje y no sabíamos si nos libraríamos de la lluvia.
Llegamos sobre las 8:30 aparcamos en el parking que hay al lado de un pequeño canal y comenzamos la ruta siguiendo las señales verdes y blancas del SLV 13 la senda de Cavanilles, que nos va subiendo por una hermosa senda empedrada y con bastantes zigzag que la suavizan un poco. Las vistas eran casi nulas porque la niebla se había apoderado de todo el valle y solo nos dio un respiro al final.
La niebla daba una sensación diferente al ambiente, más húmedo, la visibilidad escasa y el goteo de los árboles que debido a la niebla soltaban alguna que otra gotita. Llegando casi arriba pasamos cerca de un árbol que esta prácticamente colgando al vacío, en esta ocasión estaba cubierto por la niebla y no se apreciaba.
Cuando alcanzamos lo más alto de la ruta nos encontrábamos en la gran balsa toda cercado por una valla metálica por seguridad y en medio de unos pinos vimos unas piedras haciendo un círculo, buen sitio para almorzar y como eran las 10 y no sabíamos si aguantaría sin llover decidimos aprovechar y almorzar. Una vez tomado un pequeñísimo tentempié retomamos la marcha caminando por la pista que transcurre pagada a la valla, la visibilidad era muy escasa tan solo se veía a unos 10m mientras hablaba por teléfono el grupo se distanció y los perdí de vista, han sido unos pocos minutos en los que solo se oían mis pisadas, el trinar de los pájaros, el viento que suavemente mecía las ramas de los árboles y nuestra compañera de hoy la niebla, un ratito para la meditación que también viene muy bien. Cuando estaba cerca empezaron a llamarme, pero al momento los vi que me estaban esperando. Nos desviamos por la derecha siguiendo las señales y pronto empezamos la bajada hacia el paso de la Franca donde nos hicimos la foto del grupo. A partir de aquí la niebla fue desapareciendo y la visibilidad fue mejorando por momentos. Conforme nos acercábamos al río se oía el agua al caer por las cascadas y nos preguntábamos si tendríamos algún problema para vadearlo. Vimos a un grupo que subía y a otro que estaba cruzando el río, con lo cual nosotros no tuvimos que buscar el paso. Mientras pasaban me acerque a ver las cascadas y hacerles unas fotos cuando regrese me uní a los demás y seguimos la senda que tiene en este tramo el más complicado de todos puesto que se trata de bajar por unas piedras con bastante pendiente y al estar mojadas hacen que tengas que ir con más precaución. Una vez que llegamos abajo nos tocaba volver a vadear el río, coincidimos con otro grupo y nos esperamos a que cruzaran y luego cruzamos nosotros con la ayuda de Toni que hizo de punto de apoyo para no perder el equilibrio y luego le toco a el pasarlo solo pero dio muestras de ser un gran equilibrista.
El paisaje era de película, se veía como el río iba bajando y de escalón a escalón formando unas cascadas preciosas, que te decían quédate un ratito, daba pena abandonarlas. Al poco empezamos a ver el pueblo y el pantano, nos quedaba muy poco para terminar llegamos a los coches sobre las 12:30 algunos se quedaron a comer los demás nos volvimos a Valencia y hasta la próxima.
PD. Una ruta especial por la niebla que ha hecho que sea diferente. Muchas gracias por vuestros ratos de conversación, buen humor y compañía, no va ser todo meditación. He echado de menos a Miguel que por circunstancias de salud no ha podido venir, espero verle en la próxima.

3 comentarios:

Jaume dijo...

No me olvido de vosotros, pero por ahora los sábados están ocupados con otras actividades. He hecho muchas veces el sendero de la Cortada pero nunca he visto agua en el río, ciertamente no con ese caudal. ¡Muy bonito!
Saludos muy cordiales
Jaume

Anónimo dijo...

Kiquet, soy Mª José, he de decir que es la cuarta vez que hago esta ruta, pero ha sido la vez que la he disfrutado más: la niebla, el chirimiri, el goteo de los árboles mojándote...y luego la cantidad de agua que llevaba el rio con sus innumerables cascadas, en fin ! una pasada!. Pero sobre todo he disfrutado de la compañía del grupo y la tranquilidad con que se ha hecho la ruta.Gracias a ti y a los demás por este sábado maravilloso.

Carmen Doménech dijo...

A mi me faltan las palabras con las que daros las gracias por ser mis amigos. Solamente vuestra compañia y los momentos compartidos en lugares tan maravillosos por los que andamos hacen que la moral suba, las preocupaciones se olviden y la salud (sobretodo animica) se recupere. GRACIAS DE VERDAD!