jueves, agosto 30, 2012

Visita relampago Pico Perdiguero

Este martes Juan Carlos y yo hicimos una escapada relámpago a los Pirineos de Huesca, nos propusimos subir al Perdiguero (3140m) pensamos en dejar el coche al final de la carretera que va de Benasque hacia el hospital de Benasque, bajar por ella hasta el Puente de Lliterola , subir por el valle de Lliterola, pasar por la cabaña de lliterola, Ibonet de LLiterola, pico Perdiguero, ibón Blanco de Lliterola, portal de Remuñe, rio Remuñe y todo el valle de Remuñe hasta el coche.

Salimos de Valencia a las 6:00h del martes y después de varias paradas para descansar llegamos a Benasque un poco más y final de trayecto en coche eran las 12:30h, buscamos un sitio a la sombra y cerca del agua y nos preparamos para la travesía, dejamos todo lo que creímos oportuno para no llevar sobre peso y comenzamos eran la 1h y corría una ligera brisa que nos vino muy bien.



 Desde la misma carretera se puede apreciar la magnitud de las montañas que tenemos alrededor, pero conforme vas tomando altura se va duplicando, donde mires no tiene desperdicio, nosotros íbamos parando de cuando en cuando para descansar del viaje, ya que el año pasado lo pasé mal en la vuelta al Posset. Así  podíamos recrearnos más con las vistas.
 Pasamos cerca de la cabaña de Lliterola, vimos a gente allí, nosotros seguimos camino hasta llegar a un ibón pequeño, en el había mas gente, nos detuvimos a picar unos frutos secos y a descansar.


El cansancio ya se iba notando pero seguimos a delante llegamos al ibonet de Lliterola y vimos dos tiendas y varios sitios donde montar nosotros. Como eran aun las 3:30h no sabíamos que hacer si quedarnos o continuar hacia arriba, ya que no sabíamos si habría sitio para montar la tienda mas arriba. Vimos a un grupo que bajaba y decidimos preguntarles, nos fuimos hacia ellos por lo que abandonamos la ruta que llevábamos en el trak, no me di cuenta hasta que estábamos arriba. Ellos nos dijeron que no habían visto nada, que una vez remontado lo que estábamos subiendo era todo roca pero que antes de llegar allí habían algunos sitios con hierba que nos podían servir, así que decidimos subir y en cuanto encontráramos un sitio detenernos.
Después de más de 7km y 750m de desnivel nos plantamos, encontramos un sitio maravilloso, un balcón que ya quisiéramos tener en casa, quitamos algunas piedras más grandes que nos molestaban y montamos la tienda, eran sobre las 4:30h.


Aun nos quedaba bastante tiempo para cenar así que estuvimos tomando fotos y charlando pero sobretodo aguantando un viento fresco que no fue del agrado de ninguno de los dos. Cuando eran las 6:30h y por unanimidad de los dos decidimos cenar, preparamos el hornillo y Juan Carlos preparó unos fideos que nos sentaron de categoría ya que estaban calentitos picamos un poco de jamón y fuet, recogimos y viendo que el frío iba en aumento decidimos meternos en la tienda e intentar dormir o descansar. En la tienda se estaba de categoría, ya que no notabamos el viento, nos metimos en los sacos y a contar ovejitas, 1, 2, 3…. ¿Quien es el guapo que se duerme a esas horas? Pues ninguno de los dos, callados y escuchando el viento soplar sobre la tienda pude dormir a plazos, hasta que mire el reloj por primera vez y vi que eran la 1.30h bueno paciencia, pensé, intentaré dormir algo más.
 . La luz de la luna iluminaba tanto que desde el interior de la tienda parecía que era de día, cuando volvía ver el reloj eran ya las 4h y el cielo se había oscurecido, pensé alguna nube impide que la luna brille ¿no nos lloverá? Y sobre las 4:30h escuche caer gotas sobre la tienda pero fueron cuatro gotas de nada. A las 5:15h sonó el despertador de Juan Carlos que también llevaba rato despierto y decidimos recoger, desayunar, el cielo estaba parcialmente nublado y se veían pocas estrellas, cuando estuvimos apunto comenzamos la ascensión al Perdiguero. Nos cayeron unas cuantas gotas más  y como precaución protegimos las mochilas y nos enfundamos los chubasqueros pero a los 10minutos decidimos quitárnoslos pues el cielo no estaba amenazante.


Nos equivocamos y nos pasamos el comienzo de la subida, también es verdad que hay un montón de fitas pero fuimos siguiendo las más alejadas de la subida principal y cuando nos dimos cuenta tuvimos que ir a buscarla, en diagonal y subiendo de roca en roca enlazamos con el trak. Una subida cansina, mirando hacia arriba, a veces te girabas para ver la gran cordillera Pirenaica y te armabas de valor y para arriba, no esta nada definida la senda, muchas veces vas de roca en roca, otras ves un trocito de senda pero esta chungo para seguirla.







. Cuando llegué arriba había un hito más alto y pensé ya hemos llegado pero cunado llego Juan Carlos me dijo que el perdiguero era el que se veía más allá, bueno pensé lo damos por bueno y disfrutamos de las vista un rato y nos bajamos pero cuando se lo comente a Juan Carlos leí en su rostro ya que estamos aquí  y tenia toda la razón y para allí que nos fuimos, dejamos las mochilas ya que debíamos volver por el mismo sitio y nos acercamos al Perdiguero, IMPRESIONNTES ya me habían comentado Paco Javi que a pesar de ser un 3000m poco frecuentado es uno de los que mejores vistas tiene y puedo atestiguar que no se ha ido ni un ápice. Tuvimos la gran suerte de que estuviera parcialmente nublado así que han salido unas fotos magnificas.






El cansancio estaba haciendo mella ahora tocaba bajar, en teoría mas fácil y más descansado pero no fue así, desde el pico hasta el ibón como la subida, de piedra en piedra y tiro por que me toca, dicen de los 6000 escalones de la ruta de la Catedral del Senderismo en Flex pues esto lo supera y además escalones irregulares pues tenias que ir viendo muy bien donde ponías el pie para no caerte, así fuimos hasta el ibón, llenamos las botellas y comimos unos frutos secos, descansamos un poco y empezamos a subir hacia el Portal de Remuñe siguiendo las fitas y poco a poco llegamos hasta arriba otra parada y ya todo de bajada, teníamos el valle de Remuñe a la vista pero también la inmensa pedrera que había hasta el río, bueno que le vamos hacer nos armamos de valor y seguimos.

 




Este valle no es tan bonito quizá por la cantidad de rocas que tiene o por lo cansado que íbamos. ¿Cuando se acabaran las rocas? …Casi llegando al río ya pudimos pisar algo de hierba pero no se que era mejor si la hierba o las rocas pues hacia como montículos y en tres ocasiones me torcí el tobillo pero sin consecuencias, Juan Carlos también tubo alguna caída pero tampoco grave.


 Cuando ya estábamos en la senda del río creíamos que ya solo nos quedaba un paseo hasta el coche pero no cada dos pasos tenias que sortear ¿Qué?... Pues claro, otra piedra. Y por fin llegamos a la carretera ya las caras se transformaron en satisfacción el mal rato de la bajada se iba disipando y tomaba fuerza el haberlo conseguido.



  Nos aseamos un poco en un riachuelo que hay en la carretera y emprendimos el regreso a casa eran las 14:00h. Nos detuvimos en varias ocasiones a estirar las piernas y a las 19:30h llegábamos a casa una buena ducha una buena cena y a descansar el año que viene más.

PD. Una ruta bastante dura por la gran cantidad de piedras que tienes que sortear, pero las vistas tan impresionantes que se divisan desde lo alto valen la pena.


lunes, agosto 20, 2012

Una Agradable ascensión al Mulhacen

Otra ruta, caminata, experiencia, aventura………  para la mochila, esta vez, hemos subido a lo más alto de la Península El Mulhacen con sus 3479m de altura. La idea salio de José y Mari que un día me comentaron que tenían intención de hacer esta ascensión y me uní a ellos, también lo hizo Toni y los cuatro para allá que nos fuimos. La ruta consistía subir desde la Hoya del Portillo al refugio de Poqueira y del refugio al Mulhacen II,(3362m), Mulhacen (3479m), Refugio vivac La Caldera , río Mulhacen, refugio de Poqueira y Hoya del portillo.
 
Salimos el sábado 11 a las 5h desde Benifaio, teníamos 7h de viaje y nos lo tomamos con calma, no teníamos ninguna prisa, sabíamos que teníamos tiempo de sobra para llegar al refugio de Poqueira a la hora de cenar. Hicimos varias paradas para cambiar de conductor y estirar las piernas, así como tomarnos un café y almorzar, esto ultimo lo hicimos en Lanjarón cerca de una fuente, nos comimos los bocatas, unas cervezas y café fresquito que José llevaba en la neverita y proseguimos hasta llegar a nuestro punto de partida la Hoya del Portillo, una explanada no muy grande en la que habían bastantes coches, aparcamos debajo de un pino y nos preparamos para la marcha, como niños cuando van a realizar una actividad que les gusta, nerviosos, ultimando lo que nos llevábamos hacia arriba, lo que pesaba la mochila, el calor, las chicharras que no dejaban de cantar, bueno a lo que vamos no había mucho que decidir, nuestro destino era subir hasta el refugio y allí, nos dirigimos, la senda iba subiendo cubierta por una pinada extensa pero el aire que se colaba entre sus ramas y que a penas nos llegaba era mas bien calido, por eso y por lo fuerte de la subida nada más empezar, el sudor hizo acto de presencia de inmediato.

Entre grandes lazadas fuimos ascendiendo, poco a poco fueron acabándose los pinos y con el temor rondando nuestras cabezas, de pasar una travesía al sol a la una del mediodía cuando más aprieta.
A los 2 Km. llegamos a un collado donde el viento empezó a cambiar, un poco más fresco que nos vino de maravilla, la sensación de soponcio que llevábamos, desapareció. Nos acercamos a un mirador en el que pudimos ver el Veleta y más o menos intuimos donde estaba el refugio de Poqueira nuestro destino en este día. Habíamos hecho gran parte de la subida y tan solo nos quedaba unos 6 Km. ya más suaves, tuvimos el favor de una nube que nos hizo de sombrilla al tapar el sol, junto con la brisa fue una delicia. Con forme íbamos subiendo me daba la sensación de alejarme del mundo, de los ruidos molestos que día a día nos invaden, sin embargo allí solo se oía el viento y nuestras voces que animaron la ruta. A las 2h estábamos a 1,5km del refugio y nos detuvimos en un riachuelo a comer. El agua fresca nos vino muy bien así como el bocata y la sensación de la proximidad de nuestro destino, pues estábamos cansados, no tanto por la ruta si no por las horas de coche.


 

Llegamos al refugio este disponía de una sala alargada distribuida en seis habitaciones separadas por unos parabanes de madera que hacían a la vez de tabiques, en cada una de ellas había capacidad para 16 personas, distribuidas en literas corridas de cuatro, a nosotros nos tocó la parte de arriba, Mari, José, yo y Toni que nos la vimos y deseamos para poder subir. 
Nos duchamos y aseamos y colocamos nuestras cosas en las taquillas que cada uno tenia asignada y bajamos hacernos una cerveza al comedor, eran sobre la cuatro y hasta las nueve no se cenaba así que decidimos hacer tiempo sin acostarnos ya que si dormíamos ahora no tendríamos sueño a la noche. Nos acercamos a ver por donde teníamos que emprender la marcha al día siguiente y una vez localizada volvimos al refugio era donde mas fresquito se estaba, Toni se acercó al riachuelo donde habíamos comido, para hacer unas fotos y regresó bastante cansado pero muy satisfecho por las fotos que había hecho.

Nos tomamos otra cerveza con unos frutos secos mientras esperábamos la hora de la cena, esta llegó y el comedor empezó a llenarse. Fuimos levantándonos para coger cubiertos y platos y la bebida, luego  nos sirvieron el cocido de garbanzos que mas bien había que pescarlos al vuelo ya que no habían muchos, luego ensalada de pasta y lomo con guarnición, y de postre un yogur, bueno cenamos que era lo importante, nos metimos algo calentito en el cuerpo a parte de vino claro. Una vez terminada la cena nos salimos para ver las estrellas, ya que esa misma noche se esperaba lluvia de estrella, estuvimos viéndolas un rato y no conseguimos ver ninguna caer, nos despedimos de Toni que aun se quedó. El si que logró ver una pues así nos confirmo al día siguiente. Una vez caí en la cama me puse los tapones en los oídos por si las moscas, me dormí en un plis plas despertándome sobre las cuatro, los demás no tuvieron tanta suerte y se desvelaron varias veces.

A las 6h nos levantamos como nosotros lo hicieron bastante gente también, desayunamos y comenzamos nuestro día grande, la ascensión a lo más alto de la Península, con el cortavientos puesto pues hacia fresco comenzamos a subir junto a una tubería de agua, la senda no esta muy clara y a veces buscamos el mejor sitio para subir, con paso lento pero seguro fuimos subiendo, a veces nos volvíamos a mirar hacia atrás y veíamos el refugio allá a lo lejos en lo hondo y volvíamos a la realidad con la vista hacia delante viendo lo que nos quedaba por subir, no me sentía agobiado ya que cuando uno sabe donde va y lo que quiere y desea no se le hace agobiante no pensaba en lo que me quedaba por subir sino en lo que me iba a encontrar cuando llegara arriba.

Haciendo lazadas fuimos llegando a nuestro primer objetivo el Mulhacen II, el aire ya hacia rato que soplaba con mucha fuerza y frío, las manos se me estaban quedando heladas y el cuerpo también iba de manga corta y espere hasta llegar arriba para ponerme el cortaviento y los guantes, la pobre Mari y José que iban con pantalón corto lo estaban pasando mal. Por fin llegamos y nos resguardamos en unas rocas debajo del punto geodésico del Mulhacen II, comimos unos frutos secos y nos abrigamos con todo lo que llevábamos, tan solo nos quedaban algo más de 1km para el Mulhacen, este tramo se hizo pesado no por el desnivel que apenas lo hay sino por el viento que a punto estuvo de tirarnos al suelo. Con forme nos íbamos acercando el estomago empezó a cosquillear, casi queriendo salir las lagrimas de los ojos una sensación de alegría me desbordaba, la meta estaba cerca, me recordó la entrada en meta de Nuria-Queral. Nos dimos la enhorabuena todos y nos hicimos varias fotos, nos despedimos del Mulhacen a saber si lo volvemos a visitar y comenzamos la vuelta.




 

Una bajada bastante prolongada y vertical nos fue bajando hacia el refugio-vivac y la laguna. Cuando íbamos bajando vimos que una senda se desviaba hacia la izquierda y que no llegaba al vivac, como nuestro destino era el refugio de Poqueira y el vivac no tenia nada que ver decidimos acortar y bajamos directos a la laguna para desde allí ir bajando por el río Mulhacen hasta el refugio, llegamos sobre las 11:30h nos tomamos unas coca colas, liquidamos la cuenta, recogimos todo lo que nos habíamos dejado en las taquillas y tomamos el camino de regreso al coche, pasamos por el riachuelo donde el día anterior habíamos comido y unos metros mas adelante nos encontramos con una familia que el día anterior vimos mientras cenábamos, cuando entraron por la puerta nos quedamos flipando, una pareja con sus dos hijas que a penas tendrían 6 o 7 años y que con sus mochilitas iban haciendo camino, los saludamos y proseguimos. El viento ya no soplaba con tanta fuerza pero nos venia muy bien, fue acompañándonos hasta el mirador, cuando nos metimos por la senda entre los pinos nos dejó y el soponcio volvió a asediarnos, menos mal que nos quedaban a penas 2km para el coche.

 

Y por fin en el coche eran las 2h y sin cambiarnos nos fuimos con el coche ya que en el camino de regreso y a escasos 3km un riachuelo cruzaba la carretera y nos podríamos lavar allí. El agua estaba clara y fresca, nos metimos los pies en ella y nos refrescamos, dos coches que pasaron se quedaron mirando, el segundo nos saludó. Ya quitada la sensación de calor del cuerpo y arriba del coche con el aire acondicionado emprendimos el regreso. Sabíamos que no iba a ser fácil ya que estábamos cansados pero a mi por lo menos no se me hizo tan pesado como creía, nos turnamos para llevar el coche, mientras uno conducía otros dormían, menos Mari que no quiso dormir yo a penas cerré los ojos también pero el tener la oportunidad de poderlos cerrar también descansa. Nos detuvimos a comer cerca de Lorca un buen bocata de lomo con jamón y queso, luego nos detuvimos un par de veces más y llegamos a Benifaio, nos despedimos y nos fuimos cada uno a su casita yo llegué sobre las 22h.
PD Gracias a José y Mari por haberme invitado a acompañarles, y también a Toni por su compañerismo. Es una delicia caminar en vuestra compañia.