Mi propuesta para mi primera ruta del 2012 ha sido hacer la 13ª etapa del Gr7 desde El Rebollar a El campamento de Tabarla o viceversa. Hemos hecho dos grupos uno que saldría del Rebollar que estaba formado por carmen K, Mari, Belén, Jose y Toni y el otro Juan Carlos, Manuel Carlos Pablo y yo que lo haríamos desde el Campamento de Tabarla. Una vez reunidos en la gasolinera nos dividimos en dos coches y cada uno se fue al punto de salida, nosotros nos fuimos hasta Tabarla para ello salimos dirección Madrid hasta Requena allí nos desviamos por la N-322 y luego por la N-330 hasta la Portera, desde allí por la CV-429 pasando por Hortunas y en el Km. 20 nos desviamos a la derecha por una carretera secundaria hasta el campamento donde aparcamos el coche.
Mientras nos acercábamos el termómetro del coche llego a marcar -5º aparcamos cerca del río y nos preparamos para iniciar nuestra travesía, cruzamos el río por unos bloques de cemento, el agua clara y fría corría bajo nuestros pies, los músculos tensos por el frío las manos frías y el ansia por empezar a caminar hizo que no le permitiéramos a Pablo acabar de organizarse.
Nos adentramos en el campamento pasando por la zona de acampada y bajamos al río lo cruzamos por el puente de madera y empezamos a ver señales del GR que por la izquierda se alejaban del cauce, la senda va subiendo por entre pinares hacia las casas de Tabarla muchas de ellas casi en ruinas. En la subida vimos una casita buzón en la que se puede dejar constancia de paso. Hay que estar atentos porque hay varios cruces de pistas comprobaremos las señales para ir por el camino seguro. Cuando llegamos arriba a las casas hay un cruce de caminos nosotros seguiremos rectos por una senda que nos bajará hasta la fuente (Pocico Valentín) luego sin salir a la carretera la senda sigue paralela a ella hasta que la cruzamos y bajamos por una pista hasta el río, en este punto cruzarlo esta algo complicado al haber tanta maleza, lo cruzamos como pudimos, mas tarde lo volveremos a pasar dos veces mas, hasta llegar a un muro de piedra en la que hay dos señales dos cruces blancas y rojas nosotros seguiremos por la izquierda camino de las casas de Mijares y mas adelante el Alberge que pasaremos por delante. Una vez dejemos el alberge seguiremos por una pista de tierra, pasaremos por una balsa de agua y nos alejaremos del río por una senda que empieza a subir, hay que estar atentos a las señales, una vez en la buena dirección es difícil perderse, llegaremos a una pista. En este punto le llamé a mi hermana para ver por donde iban me dijo que habían dejado atrás el barranco del Queixal y estaba subiendo hacia la pista de las Moratillas. Nosotros llegamos antes que ellos y les volvimos a llamar y quedamos en encontrarnos en unas casas que hay más adelante. Salimos de las Moratillas por la pista de entrada custodiada por madroños floridos. Al llegar a donde habíamos quedado ellos aparecieron al mismo tiempo que nosotros nos hicimos las fotos de encuentro y decidimos en buscar un sitio soleado para almorzar. Una vez acabado este almuerzo tan especial de los sábados y de contarnos las anécdotas de la ruta transcurrida nos hicimos la foto de grupo nos intercambiamos las llaves y a seguir cada uno a su destino.
Nos habían advertido que la zona del barranco del Queixal estaba helada y así nos la encontramos, al no darle el sol la escarcha aun se mantenía, pero una vez salimos de allí los rayos del sol empezaron a calentar y hubo quien se quedo en manga corta y pantalón corto. Llegamos al cerro Simón y ya nos quedaban pocos Km. para llegar a nuestro destino. Una peligrosa bajada nos llevó al llano del Rebollar y por una carretera llegamos al pueblo. Nos dimos el baño de pies quien se lo dio y regresamos a casa.
PD. Una ruta sin grandes alicientes, a destacar el trozo de la escarcha helada y como no la armonía y la compañía del grupo.
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