Este sábado hemos recorrido la onceava etapa de nuestro particular GR7 que nos ha llevado de Villar de Tejas hasta el Reatillo.
La anterior la dejamos en Charco herrero a unos 3km de Villar de Tejas, como ha estado lloviendo toda la semana y la pista desde Villar de Tejas al Charco herrero es de tierra y la otra vez que la recorrimos con el coche habían dos pasos bastantes inundados, propuse evitarlo y salir desde el pueblo, siguiendo a pie por otra pista hasta enlazar con el GR7 y todos estuvieron de acuerdo. También como el track a veces se separaba bastante del trazado original del mapa opte por llevar walkies y os cuento.
Sobre la 6h salíamos de la gasolinera, cada grupo en un coche, uno formado por Carmen K, Belén, Mari, José y José Vicente hacia Villar de Tejas el otro con Manuel Carlos, Pablo y yo hacia el Reatillo llegando sobre las 7h y aun de noche, aparcamos cerca de una de tantas vallas demasiadas y deprimentes ante tan grandiosos bosques. Con los frontales empezamos la ruta siguiendo el track y las señales, el cielo se mantenía amenazante, estábamos casi seguros que no nos libraríamos de la lluvia esta vez. En poco tiempo empezó a clarear, el sol luchaba por salir, la niebla se mantenía por lo alto, a veces parecía que bajaba pero no llegó hasta nosotros. Fuimos junto a otra valla, hasta que llegamos a la carretera la cruzamos y pasamos una barrera para cortar el paso de vehículos, la pista nos va subiendo poco a poco, llegamos a una puerta cerrada a cal y canto, pero no tenia valla a los lados y pasamos por un lateral seguimos hasta casa Valiente, una vivienda de madera muy bien acondicionada, mas adelante vimos una torre, parecida a la de los vigilantes de incendios, y llegamos a divisar otra puerta esta con valla a los lados. El track nos mandaba por allí, pero las marcas se desviaban a la izquierda, decidimos que como era pronto y los otros estarían aun lejos seguir por ellas ya que más adelante se unían.
Estas nos llevan por una senda poco transitada hasta enlazar con una pista y “zasss”, primera metedura de pata, bueno no es para tanto, creo que nos da tanta seguridad el GPS que nos olvidamos de las normas primordiales para seguir un sendero solo por las señales. Cuando salimos a la pista, nos dirigimos a la izquierda, vimos una X en un árbol que nos indicaba que por allí no y seguimos y seguimos pero no vimos confirmación de señales y seguimos mal muy mal, nos tocó ir a la trocha en busca del track porque era lo único que podíamos hacer, bien podíamos haber vuelto y buscar señales en la otra dirección pero no lo hicimos. Como pudimos fuimos abriéndonos paso buscando la rayita del track por fin la encontramos y coincidía con las señales, bien bueno bien mojados salimos de esta, entre risas y comentarios recordando a nuestro amigo Juan Carlos que esto le gusta y llegamos al río Reatillo, una senda acogedora y bonita, ya llevábamos casi 10km y cuando la senda se separa del río el track se iba por un lado y las señales por otro, ¿Que fem ara? Yo, ya llevaba el walki encendido, comencé a llamar pero no daban señales, entonces Pablo consiguió por el móvil conectar con José, estos se encontraban ya de bajada hacia el río y siguiendo el track como yo le había dicho. Conseguimos conectar con los walkies, les dijimos que no se movieran pues nosotros viendo que por donde nos mandaba el track había una gran pared que no se por donde habría que subir iríamos por las señales que nos conducían por una senda en zigzag hasta arriba, en todo momento estábamos en contacto, una vez arriba dejamos las señales y nos dirigimos en busca del track para enlazar con el otro grupo, como no a la trocha otra vez, a mojarnos tocaba, por fin ya nos oíamos y contactamos visualmente. Una vez juntos y mientras almorzábamos, comentamos las peripecias de cada grupo, nosotros ya las he descrito y las de ellos es que como yo le había dicho que siguiera el track, dejaron las señales y se metieron en un berenjenal, como nosotros a la trocha y directos a la pared que nosotros habíamos visto desde abajo, les dijimos que era mejor ir todos juntos a encontrar las señales que nosotros llevábamos y una vez allí cada uno siguiera a su destino, así lo hicimos y tras el café y la foto de grupo volvimos a la trocha hasta las señales, en esta ocasión no hubo tanta maleza y el colorido de las pocas setas que vimos nos hicieron agradable el trayecto.
Una vez en la senda cada uno siguió su camino, nosotros seguimos hacia arriba, pero al poco vimos que no habíamos visto señales y la senda se cerraba, O NO OTRA VEZ NO y volvimos atrás, vimos que la señal, en un principio nos había parecido recta hacia una pequeña curvatura seguimos a la derecha y si que había confirmación bien esta vez si que hicimos lo correcto y se hace evidente el dicho ese que dice que se aprende mas de los errores que de los aciertos.Ya no hubo mas emociones, seguimos la pista en agradable conversación y atentos a las indicaciones que José nos había dicho del desvío, este se encontraba justo cuando nos acercamos al cauce del río, el GR 7 sigue por la derecha y nosotros debíamos de cruzar el río por un puente y siguiendo la pista llegaríamos a Villar de Tejas no sin antes pasar por unos viñedos en los cuales aun quedaban algún Cabrerot así es como lo conozco (unos racimos de uvas pequeños que normalmente no se cogen) y que nos comimos unos pocos, estaban dulcísimos. El tiempo nos había respetado una vez más y llegamos al coche, estaba aparcado en la plaza del pueblo cerca de una fuente y unos bancos, nos refrescamos los pies nunca mejor dicho pues el agua estaba muy fría y regresamos a Valencia, el otro grupo estaba llegando al Reatillo.
PD. Una lastima que esta zona se encuentre con tanta valla desmerece el caminar por allí, al margen de esto en esta estación otoñal es una pasada, la humedad y la limpieza de los árboles por las lluvias, los aromas, colores ……. la compañía y el apoyo tanto de mi grupo como la del otro lo más grande
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