Para este sábado había previsto hacer la décima etapa del Gr7 que nos llevaría de Chelva a El charco Herrero cerca de Villar de Tejas, en principio la íbamos hacer todos juntos pero a ultima hora Fina por motivos de trabajo no pudo venir, entonces tuve que reestructurar la ruta, la haríamos en dos grupos como de costumbre, en el primer grupo Carmen K, Mari, José, Miguel y José Vicente un compañero de trabajo que ya nos acompañó en la ruta dels Ports y el otro formado por Juan Carlos, Manuel Carlos, Pablo y yo. El primer grupo salió del Charco Herrero y nosotros desde Chelva.
A las 7:20h con las primeras luces comenzábamos, saliendo del área recreativa, Molino Puerco, siguiendo una pista cimentada que trascurre entre el Barranco del Convento y el río Tuejar, en este los chopos tenían el colorido característico del otoño y junto al susurro del agua era toda una delicia caminar por allí, pronto llegamos al puente de la Mozaira y cruzamos el río seguimos por el otro lado por una senda poco transitada y llegamos al caserío de Mozaira bastante conservado. A partir de aquí casi todo es pista y el caminar se acelera sin darnos cuenta, hay poco que ver, algunos campos de almendros y viñedos. Por pista que transcurre por un lado del barranco de la Puerca llegamos a la fuente de Bercuta en la que si hay agua, nos detuvimos un momento a beber y seguimos llegando en pocos metros al caserío de Bercuta casi todo en ruinas ya, se mantiene la ermita y alguna vivienda pero poco más. Dejamos esto atrás y tras pasar por el poste indicador de la variante que va a la presa llegamos al final de la pista, y comenzamos a bajar por una senda que en zigzag nos lleva hasta el lecho del río Turia, una vez allí cruzamos por un puente colgante y comenzamos a subir hasta la carretera que viene de la presa y que nos acerca al paraje de Los Chorros de Barchel, un oasis todo verde, húmedo, las hojas amarillas ya en el suelo contrastaban con el verdor todo un lujo para la vista, una estampa preciosa, pero cuando subimos hacia las casas de Barchel aun era más bello, el agua caía por todas partes las ramas de toda clase de arbustos y árboles se entrelazaban formando un paraje salvaje y al mismo tiempo encantador, y las vistas del cañón del río impresionantes el mejor tramo de la ruta sin duda. Cuando estábamos en los Chorros de Barchel eran casi las diez, pero como lo que venia ahora era todo subida decidimos llegar hasta las casas de Barchel y almorzar allí, cuando llegamos contacté con el otro grupo y me comentaron que habían almorzado y que se encontraban cerca del collado de los Visos a 45 minutos de nosotros, por lo que subimos un poco más y al resguardo del viento sobre unas rocas almorzamos.
Una vez terminado el café continuamos por la senda y a los cinco minutos nos encontramos con el otro grupo, nos hicimos la foto de grupo, comentamos como iba la ruta y continuamos cada uno hacia su destino. Solo nos quedaba unos 50m de senda todo lo demás era ya pista.
El tiempo nos estaba respetando, hacia una temperatura ideal para caminar, aunque a veces el viento refrescaba demasiado. Las nubes iban y venían amenazantes, el sol hacia fuerza por salir pero no pudo con ellas.
El verdor de los pinos recién lavados por la lluvia caída días antes era precioso y de muchas tonalidades. Pasamos por el Mas de los Visos una lastima que este en tan lamentable estado, en sus días debió de ser una preciosidad. Más tarde pasamos por el Mas de Cervera y por la fuente de Chelva en la que cae un hilito de agua. Nos quedaba el ultimo esfuerzo llegar al los corrales de Ricardo y luego descender por unas pinadas hasta donde se encontraba el coche de Miguel, nos cambiamos las botas que estaban todas embarradas y nos fuimos hasta Villar de Tejas, preguntamos por el lavadero o fuente y una mujer nos indicó donde se encontraba, nos aseamos un poco, hubo lavado de pies, aunque ya empieza a estar el agua como para no meterlos de fría que esta, comimos y volvimos a Valencia llegando a la gasolinera sobre las 2:30h
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