Salimos de Valencia el lunes 11 de agosto camino de Benasque, llegamos sobre las 3:30 y nos esperamos, tomándonos un café, a que abrieran la tienda donde teníamos que alquilar los cramprones y los piolets. Después cogimos el coche y nos dirigimos al aparcamiento, donde se coge el autobús que te acerca al Plan d´Estan. Empezamos la subida al refugio de la Reclusa donde pernoctamos para a la mañana siguiente atacar el ascenso al Aneto.
Nos levantamos a las 4:30 para desayunar y comenzar la ruta, el cielo estaba con pocas estrellas, por lo que las probabilidades que teníamos de no mojarnos eran muy pocas.
Después de asegurarnos de que lo llevábamos todo y puestos los frontales comenzamos a andar, por donde no tocaba, es la segunda vez que nos pasa, pero será la ultima pues una vez sabes por donde esta el inicio es difícil de olvidar. Empieza por una senda que pasa muy cerca del antiguo refugio y por una enorme piedra camino a unos pinos que hay a la derecha a partir de aquí es una incógnita pues hay muchísimas fitas que te puedan confundir. Una vez llegas a los pinos hay que ir subiendo buscando la derecha.
Nosotros empezamos mas apegados al riachuelo que baja y fuimos a la trocha hasta encontrar la senda y la primera fita, luego subimos como pudimos hasta que vimos el portillon superior. Comimos un poco de frutos secos y continuamos, nada mas asomarnos al otro valle vimos la punta del glaciar, bajamos pasando por unos neveros y fuimos a parar a los bloques de piedras, aquí ya se podía admirar la inmensidad del glaciar, a pesar de que estaba nublado y con mucha niebla. Como la punta del glaciar estaba muy helada buscamos un paso más arriba por donde la nieve estaba mejor. Llegamos al glaciar y nos calzamos los camprones, toda una odisea, una correa por aquí otra por allá, bueno lo importante era que fueran bien sujetos y que no se aflojaran, creo que lo conseguimos. Con paso lento y tanteando fuimos metiendonos poco a poco en el glaciar, buscando altura y en diagonal hasta que llegamos a un punto en el que nos dirigimos a la izquierda buscando el collado de coronas y luego seguimos subiendo hasta llegar a la cumbre, toda una experiencia a pesar de que era la segunda vez que subía, a sido una pasada, lastima que no pudimos admirar el paisaje y la inmensidad de estos picos.
Llegamos a la cima y lo primero que vimos es el famoso paso de Mahoma que te lleva hasta la cruz y al punto mas alto, como yo no tenia ninguna intención de pasar ni me acerqué, los demás estuvieron dudando pero al final decidieron que hacia mucho aire y que no era muy seguro pasar, lo dejaron para la próxima vez, comimos un poco y nos bajamos ya que hacía un frió tremendo.
Mientras los demás bajaban por la parte mas baja para evitar el glaciar yo seguí por la parte alta y tuve que cruzar el glaciar por el hielo, nos encontramos en el portillon, descansamos un momento y comenzamos la parte mas pesada y dura de la ruta, al menos para mi, el paso por los bloques de piedras y la cantidad de fitas que hay, pero no nos salio del todo tan mal. El tiempo se porto de maravilla, solo cayeron unas gotas.
Llegamos al refugio y después de una duchita y un descansito con cervecita incluida cenamos y nos acostamos.
Nos enteramos que había un chico que quería hacer el Mulleres y le preguntamos por donde ir, a lo que nos contestó que nos acompañaría y quedamos a las 5:30 para desayunar y luego salir, pero se hicieron las 6 y aun no había bajado a desayunar por lo que decidimos empezar nosotros. Cogimos todas las cosas en la mochila ya que no volveríamos a pasar por el refugio. Partimos por una senda muy bonita que sale por detrás del refugio y va subiendo hacia el collado de la Reclusa. Una vez superado el collado se nos presentó el valle de Agualluts, que maravilla todo verde, con sus meandros. Pasamos por una cascada y pasamos el río. Antes de abandonar el llano nos dispusimos a dejar cosas escondidas y así ir con menos peso, mientras esperábamos vimos venir al chico del refugio, que se quedó con nosotros y nos acompañó hasta el collado de Mulleres.
Subimos hasta otro llano donde habían también meandros, vimos dos Marmotas tomando el sol, que se escondieron en cuanto quisimos acercarnos.
Pasamos por varios ibones pequeños y por el desvío al ibon del Toro, que lo dejamos para la vuelta, eso comentó alguien en tono bromista. Vimos unas moles de hielo que impresionaban un montón. Poco a poco íbamos tomando altura, el viento cada vez era mas fuerte, los neveros también eran mas numerosos. El viento hizo que nos abrigáramos como si estuviéramos en pleno invierno con gorro, guantes…….Después de haber hecho una ascensión acumulada de 1600m el día anterior las fuerzas empezaban a faltar, sobre todo en el tramo final que era todo bloques de piedras y el viento a veces te hacia tambalearte, pero al final llegamos a la cima y se nos olvidó el cansancio y la fatiga al contemplar la maravilla que teníamos delante, el cielo estaba despejadísimo.
Después de tomar algo sólido y líquido nos fuimos hacia abajo, fuimos pasando por los ibones del comienzo hasta que llegamos al desvío del ibon del Toro y lo que se dijo en plan de broma se convirtió en cosa seria, pues decidieron subir, yo como ya me había supuesto un esfuerzo subir al pico no subí y los esperé donde habíamos dejado el deposito con las bolsas.
Cuando llegaron continuamos hasta la cascada de Aigualluts donde hicimos muchas fotos pues se veía al fondo el Aneto y estaba súper chula, luego nos asomamos al forat de Aigualluts que es por donde desaparece el río para aparecer en le valle de Aran.
Continuamos hasta el plan d´Estan donde se coge el autobús y vimos que había cola hubo división de opiniones, si cogíamos el autobús ó íbamos andando hasta el coche, decidimos tomarnos un refresco en el chiringuito y continuar andando hasta el coche.
Este trayecto lo hicimos un tramo por la carretera y luego cogimos una senda que nos acerca hasta el hospital de Benasque para luego seguir por la carretera hasta el coche y dar por finalizada la ruta.
Llegamos al pueblo devolvimos los camprones y los piolets, merendamos en una pastelería y nos fuimos al albergue donde dormiríamos para al día siguiente salir hacia Valencia.
El tiempo nos a respetado, solo el día de la salida hacia Valencia se lió una tormenta de aupa con truenos y relámpagos y muchísima lluvia.
En mi opinión hemos hecho dos rutas muy distintas la primera es una ascensión muy dura por la cantidad de piedras que tienes que sortear, saltar de una a otra, tanto subiendo como bajando. Y la segunda es una ruta para disfrutar viendo el paisaje, cada rincón, cada ibon, cada nevero y las rocas tan inmensas que hay que parecen una calzada romana a tamaño gigantesco.MAS FOTOS
2 comentarios:
Una experiencia preciosa la que habeis disfrutado,los lugares que visteis y de la amistad haciendo lo que mas nos gusta.
Un saludo!!!
Hola Kiquet y compañía,
me he alegrado mucho de que vuestra incursión en los Pirineos fuera tan exitosa.
Por mi parte acabo de venir de los Alpes (cuando publique las fotos en picasa os informo) y ya tengo mono de más montañas. A ver si retomamos las salidas.
Un abrazo,
Miguel Arce
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