martes, noviembre 04, 2014

Otoñal en Ordesa


Hace un par de años que solemos hacer una escapada en Octubre a Pirineos, el año pasado estuvimos en Benasque y Cerler, en el viaje de vuelta comentamos a donde podíamos ir el año siguiente y nos propusimos visitar Ordesa.
En Agosto empezamos a confeccionar el fin de semana, ¿Qué ruta podríamos hacer? ¿Que podíamos hacer el domingo? Entre las rutas posibles en el valle de Ordesa podía ser ir desde el aparcamiento de la pradera hasta la cola de caballo y volver o salir desde el  aparcamiento, subir por la senda de los cazadores hasta el refugio de Calcilarruego, seguir la senda de los cazadores hasta la cola de caballo y volver por el camino que va cerca del río Arazas, pasando por las gradas de Soaso hasta la pradera. Lo comente a varios compañeros que conocían la senda de los cazadores por si la podríamos realizar. Para el domingo daríamos la vuelta por Barbastro y nos acercaríamos a visitar el pueblo de Alquezar en la sierra de Guara, haríamos una pequeña ruta  y  comeríamos de camino a casa.

Salimos de Aldaia a las 14h y llegamos a Torla sobre las 19h nos instalamos en el hotel y nos fuimos a cenar.
Al día siguiente nos levantamos a las 6:30h y a las 7:15 nos estábamos comiendo el desayuno que habíamos comprado. En el parking habían bastantes coches para la hora que era, unos durmiendo, otros preparándose para comenzar. Una vez terminado el desayuno comenzamos la ruta, era aun de noche pero pronto empezó a clarear, pasamos por el puente y nos adentramos en la senda que como una serpiente subía hacia lo alto, el suelo estaba cubierto de hojas, los árboles empezaban a mostrar su colores aunque no había a penas luz. La senda es impresionante, hay momentos en que mirabas hacia arriba y te sorprendías pero si mirabas hacia abajo impresionaba. Fuimos tomando altura poco a poco, no teníamos ninguna prisa, fotos y más fotos. Cuando ya llevábamos mas de la mitad de la subida nos detuvimos a tomar unos frutos secos y unas mandarinas, podíamos ver lo alto que estábamos, allá a lo lejos se veía el aparcamiento, cada vez más lleno. El cansancio empezaba a  notarse aunque valía la pena, la senda era una pasada y por fin llegamos al mirador y al refugio de Calcilarruego, lo mas pesado estaba superado ahora tocaba disfrutar aun más, la senda empezaba a bajar lentamente y recorriendo todo el valle a media ladera, con unas vista que ni las fotos pueden plasmar.

















 Ya el día había despertado por completo y los colores se veían mejor, allá donde miraras, ocres, amarillos, rojos marrones…una delicia para la vista. Vimos las gradas de Sosao desde arriba y el final del valle donde esta la cascada “cola de caballo”. Un poco antes de llegar a la cascada nos detuvimos a comer, hacia fresco pues el sol iba y venia según le permitian las nubes. Una vez terminamos nos acercamos a ver la cascada, estaba llena de gente, nos hicimos unas fotos y comenzamos el regreso.
















  Yo pensaba que esta parte de la ruta seria menos vistosa, quitando las gradas y las cascadas lo demás es la mayoría pista pero aun me sorprendió más supongo por que la luz de la tarde resaltaba aun mas los colores, paseamos con alfombra de hojas y tapices de colores a los lados, incluso en los sitios mas tupidos y con menos luz las hojas de color amarillo parecían luces, impresionante, todo un lujo la cámara no dejaba de disparar, no se las fotos que hice pero os aseguro que fueron muchas. Llegamos al coche sobre las 18h ducha, descanso, a cenar y a dormir




















Al día siguiente nos levantamos a la misma hora y nos fuimos camino de Barbastro donde desayunamos en un bar y seguimos hasta Alquezar, aparcamos el coche a las afueras y bajamos en busca de la oficina de información que abría a las 10h faltaban 15 minutos y nos acercamos a ver la iglesia de San Miguel hasta que abrieron.

Con la información que nos dieron nos fuimos callejeando el pueblo pasando por la puerta de entrada, la plaza con sus arcos, y recorrimos la ruta de las pasarelas que baja hasta el río, visitamos la cueva de Picamartillos y siguiendo el curso del río, por las pasarelas llegamos a una central eléctrica y desde allí subimos al pueblo, una ruta de unos 3 Km.  Una vez arriba nos tomamos una cervecita y nos despedimos de Alquezar. Camino de casa paramos a comer en Zuera.














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