Hace un par de años que solemos hacer una escapada en
Octubre a Pirineos, el año pasado estuvimos en Benasque y Cerler, en el viaje
de vuelta comentamos a donde podíamos ir el año siguiente y nos propusimos
visitar Ordesa.
En Agosto empezamos a confeccionar el fin de semana, ¿Qué
ruta podríamos hacer? ¿Que podíamos hacer el domingo? Entre las rutas posibles
en el valle de Ordesa podía ser ir desde el aparcamiento de la pradera hasta la
cola de caballo y volver o salir desde el aparcamiento, subir por la senda de los
cazadores hasta el refugio de Calcilarruego, seguir la senda de los cazadores
hasta la cola de caballo y volver por el camino que va cerca del río Arazas,
pasando por las gradas de Soaso hasta la pradera. Lo comente a varios compañeros
que conocían la senda de los cazadores por si la podríamos realizar. Para el
domingo daríamos la vuelta por Barbastro y nos acercaríamos a visitar el pueblo
de Alquezar en la sierra de Guara, haríamos una pequeña ruta y
comeríamos de camino a casa.
Salimos de Aldaia a las 14h y llegamos a Torla sobre las 19h
nos instalamos en el hotel y nos fuimos a cenar.
Al día siguiente nos levantamos a las 6:30h y a las 7:15 nos
estábamos comiendo el desayuno que habíamos comprado. En el parking habían
bastantes coches para la hora que era, unos durmiendo, otros preparándose para
comenzar. Una vez terminado el desayuno comenzamos la ruta, era aun de noche
pero pronto empezó a clarear, pasamos por el puente y nos adentramos en la
senda que como una serpiente subía hacia lo alto, el suelo estaba cubierto de
hojas, los árboles empezaban a mostrar su colores aunque no había a penas luz.
La senda es impresionante, hay momentos en que mirabas hacia arriba y te sorprendías
pero si mirabas hacia abajo impresionaba. Fuimos tomando altura poco a poco, no
teníamos ninguna prisa, fotos y más fotos. Cuando ya llevábamos mas de la mitad
de la subida nos detuvimos a tomar unos frutos secos y unas mandarinas,
podíamos ver lo alto que estábamos, allá a lo lejos se veía el aparcamiento,
cada vez más lleno. El cansancio empezaba a
notarse aunque valía la pena, la senda era una pasada y por fin llegamos
al mirador y al refugio de Calcilarruego, lo mas pesado estaba superado ahora
tocaba disfrutar aun más, la senda empezaba a bajar lentamente y recorriendo
todo el valle a media ladera, con unas vista que ni las fotos pueden plasmar.
Ya el día había
despertado por completo y los colores se veían mejor, allá donde miraras,
ocres, amarillos, rojos marrones…una delicia para la vista. Vimos las gradas de
Sosao desde arriba y el final del valle donde esta la cascada “cola de
caballo”. Un poco antes de llegar a la cascada nos detuvimos a comer, hacia
fresco pues el sol iba y venia según le permitian las nubes. Una vez terminamos
nos acercamos a ver la cascada, estaba llena de gente, nos hicimos unas fotos y
comenzamos el regreso.
Yo pensaba que esta parte de la ruta seria menos vistosa, quitando las gradas y las cascadas lo demás es la mayoría pista pero aun me sorprendió más supongo por que la luz de la tarde resaltaba aun mas los colores, paseamos con alfombra de hojas y tapices de colores a los lados, incluso en los sitios mas tupidos y con menos luz las hojas de color amarillo parecían luces, impresionante, todo un lujo la cámara no dejaba de disparar, no se las fotos que hice pero os aseguro que fueron muchas. Llegamos al coche sobre las 18h ducha, descanso, a cenar y a dormir
Yo pensaba que esta parte de la ruta seria menos vistosa, quitando las gradas y las cascadas lo demás es la mayoría pista pero aun me sorprendió más supongo por que la luz de la tarde resaltaba aun mas los colores, paseamos con alfombra de hojas y tapices de colores a los lados, incluso en los sitios mas tupidos y con menos luz las hojas de color amarillo parecían luces, impresionante, todo un lujo la cámara no dejaba de disparar, no se las fotos que hice pero os aseguro que fueron muchas. Llegamos al coche sobre las 18h ducha, descanso, a cenar y a dormir
Al día siguiente nos levantamos a la misma hora y nos fuimos
camino de Barbastro donde desayunamos en un bar y seguimos hasta Alquezar,
aparcamos el coche a las afueras y bajamos en busca de la oficina de
información que abría a las 10h faltaban 15 minutos y nos acercamos a ver la
iglesia de San Miguel hasta que abrieron.
Con la información que nos dieron nos fuimos callejeando el
pueblo pasando por la puerta de entrada, la plaza con sus arcos, y recorrimos
la ruta de las pasarelas que baja hasta el río, visitamos la cueva de
Picamartillos y siguiendo el curso del río, por las pasarelas llegamos a una
central eléctrica y desde allí subimos al pueblo, una ruta de unos 3 Km . Una vez arriba nos tomamos una cervecita y nos
despedimos de Alquezar. Camino de casa paramos a comer en Zuera.
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