Siguiendo el GR7 Benasal-San Juan de Peñagolosa

Este sábado me propuse hacer otra etapa del GR7 a la cual se me unieron Carme K, Mari, José, Pablo y Paco Javi que se apuntó para realizar solo un tramo, el dejó su coche en Vistabella y se fue con el grupo uno a San Juan luego cuando llegaron a Vistabella siguió un poco más y luego regreso al coche y se fue a casa, espero que disfrutara de la caminata. El recorrido era Benasal-San Juan de Peñagolosa o viceversa total 34km y un desnivel de 1300m en la primera opción y 800m en la segunda. Como éramos solo cinco los grupos se hicieron de la siguiente manera, en el primer grupo Mari, José y Pablo que saldrían de San Juan en el otro Carmen K y yo saldríamos de Benasal. Después de estar toda la semana pendiente del tiempo que nos haría el sábado llegó el día D y para allí que nos fuimos sabiendo que seria difícil librarse de la lluvia. Cuando llegamos al desvío de Adzaneta intercambiamos los coches para que al final cada uno se pudiera ir a casa. Nosotros llegamos a Benasal con el coche de José lo aparcamos en el mismo sitio de la etapa anterior y a las 6:30h comenzábamos la ruta, en una mañana fresca y el cielo lleno de nubes. Salimos de Benasal camino de Font D´En Segures, todo cuesta arriba como iba a ser la tónica de la ruta. Pasamos cerca de la ermita de San Cristofol por un azagador empedrado y luego por una masía en la que al pasar por ella oímos algún tiro de escopeta.
El cielo estaba amenazante el sol luchaba por hacerse un hueco, la hierba mojada por las lluvias caídas y la tierra esponjosa. Esto hacia que el andar fuera agradable. Pronto vimos a lo lejos Culla con su castillo y sus murallas, el camino hasta allí también discurre por azagador es también la tónica del camino por esta comarca del Maestrazgo. Pasamos por el pueblo y a la salida vimos unas cuevas en la roca que las habían habilitado para gallineros bien fresquitas estarán las gallinas en verano supongo. Dejamos Culla y bajamos al barranco de la Peña el Cuervo lo cruzamos y seguimos por una pista en ese momento empezaron a caer unas gotas, nos protegimos de ellas con los chubasqueros y le pusimos las fundas a las mochilas para no quitárselas en toda la ruta, las gotas cesaron muy pronto. Luego empezamos el descenso al río Monlleó una larga bajada llena de lazadas y con alguna cuerda que impedía el paso creo que para que las vacas no se escapen o para que las bicis no bajen tan alegres, el caso es que tuvimos que ir sorteándolas. Una vez cruzamos el río que estaba seco empezaba la subida con mayor desnivel de la ruta, nos lo tomamos con calma, la senda es muy bonita vas tomando altura y viendo como el río se va quedando allá en lo hondo. Eran las 10:00h y tocaba almorzar queríamos alcanzar la mayor altura posible pero viendo que aquello no se acababa nunca paramos a almorzar. Pablo me llamó por el móvil y me dijo que iban a almorzar también llevaban 13km los mismos que nosotros.
Retomamos el camino siempre para arriba y empezamos a oír cencerros a lo lejos se veían vacas pastando tranquilamente en unos prados inmensos. Como en las demás etapas nos preguntábamos en que punto nos encontraríamos, al llegar cerca de la ermita de San Bartolomé aun no teníamos noticias del otro grupo, el móvil no daba señal. Una vez en la ermita conseguí comunicarme con Pablo y me dijo que estaban cerca de la ermita pero que no sabia cuanto, de pronto me dijo que veía la campana y al momento los vimos aparecer por el camino, nos hicimos la foto de grupo y cada uno siguió su camino, nosotros hacia Vistabella y ellos a Culla.
El paisaje es muy bonito grandes prados verdes, grandes cortados, y un cielo que nos estaba respetando. El cansancio se notaba en el rostro, la ruta estaba siendo durilla pero más duro era el empeño y la fuerza de voluntad con la que dábamos el siguiente paso, no teníamos ninguna prisa, teníamos todo el día, nuestro siguiente objetivo era Vistabella. Al tener a la vista el pueblo mi hermana recibió una llamada de Mary para preguntar como nos iba, muy contenta le contesto que estábamos en Vistabella y que lo más duro ya había pasado, llevábamos 25km y el rostro de Carmen K había cambiado por completo, se la veía contenta, solo de pensar que aunque aun le quedaban 8km lo pasado se había olvidado ya. Cuando entramos en Vistabella empezaron a caer gotas con más intensidad y duró hasta que salimos del pueblo, pasamos por el cementerio y su ermita y seguimos camino de San Juan nuestra meta de hoy. Eran las 2:10 cuando recibí otra llamada de Pablo indicándonos que se encontraban en Culla y que iban a comer, yo le dije que nosotros también íbamos a parar a comer pues en ese momento no llovía y era mejor aprovecharlo. Cuando quedaban tan solo 3km y teniendo a la vista la cima del Peñagolosa, las nubes empezaron a taparla y en cosa de unos minutos desapreció. Pasamos por unos campos llenos de margaritas pequeñas y otro todo tupido con unas flores rosa que no se que serian pero que estaba precioso. Y por fin nuestra ultima subida, creíamos que seria pesada y agotadora pero no fue así, fue bonita y muy agradable, un azagador, senda, camino no se seguro lo que era pero había resto de empedrado, mucho musgo y rodeado de árboles todo un lujo. Una vez llegado arriba tan solo quedaba descender por una senda hasta San Juan, nos lavamos los pies en la fuente y nos tomamos unas coca-colas y regresamos a casa. Al pasar por Vistabella con el coche empezó a caer agua que menos mal que ya habíamos acabado que si no salimos empapadísimos, le llamé a Pablo y me dijo que habían acabado y se estaban refrescando que no llovía pero que estaba muy negro. Paco Javi también me mando un SMS diciendo que todo había ido bien.
PD. En la ruta de hoy me he acordado mucho de un buen amigo Manolo Cerda que hace unos meses nos dejó y que siempre me decía Kiquet me gustaría hacer el GR7 fue El, el que en parte me metió la idea de realizarlo, también de muchos buenos amigos de caminatas que por circunstancias no coincidimos y que todos los sábados tengo también presentes Vicente Mauri, Fernando Espejo, Simon, Paco Carrera, Pepa y muchos más.